MIENTRAS MAS TE OPRIMEN

En Éxodo 12, Dios instituye la Pascua, que no es otra cosa que la celebración de la salida del pueblo de Israel de la esclavitud, de la opresión en Egipto.  Unos capítulos antes, en Éxodo 1, se nos dice por qué el pueblo entró en opresión.  José murió, y se levantó un faraón que no le conoció; y el pueblo comenzó a multiplicarse en gran manera, lo que despertó el temor de Egipto a que se rebelaran en su contra.  Entonces, resolvieron molestarles con impuestos, con cargas.  La opresión que llegó al pueblo de Israel, llega por una sola cosa: El pueblo de Egipto se olvidó de lo que José hizo por Egipto, y Dios continúa multiplicando al pueblo.  Lo curioso es que, mientras más los oprimían, más crecían.  Mandaron a matar a los niños menores de dos años, pero las mujeres del pueblo de Israel eran más fuertes; otras necesitaban parteras, necesitaban ayuda, pero las mujeres de Israel eran más fuertes y parían solas.  De esta manera, Dios libertó a muchos; entre ellos, a Moisés, el gran libertador.  Pero, lo que lleva a la opresión del pueblo de Israel, es la manera en que Egipto veía al pueblo de Dios, y cómo se olvidan de los beneficios que habían obtenido. 

¿Qué fue lo que hizo José?  El faraón tuvo un sueño que le perturbaba: Siete vacas flacas se comían siete gordas.  José estaba preso en casa de faraón, e interpretó aquel sueño: Serían siete años de abundancia, seguidos de siete años de escasez.  Y José le dio un plan económico a faraón para que saliera del problema.  Esto lo posicionó en un lugar de autoridad.  Egipto comenzó a crecer, a prosperar.  Y el pueblo de Dios fue llevado a Egipto, y allí, por causa de la posición que tenía José, su padre, Jacob, y toda su familia disfruta de bendición dentro de la tierra de Egipto.  Todo esto, provocado porque un hombre de Dios le da la solución a la pesadilla que tenía faraón. 

El mundo, políticamente hablando, siempre se mueve por una sola cosa: Miedo a la escasez.  Todos los gobiernos se mueven por miedo a la escasez; levantan armamentos, hacen cambios, levantan impuestos, hacen reformas laborales, promesas, todo movido por el miedo a la escasez.  No hay gobierno que haga un plan para la abundancia.  Los gobiernos naturales, todos, se mueven por el miedo a la escasez.  Es el miedo a la escasez lo que les hace tomar decisiones que después oprimen al pueblo, como tomar deudas a nivel nacional, por ejemplo.  Bajo opresión, la exigencia es producir más con menos; y las exigencias se hacen cada vez más fuertes por el miedo de los líderes a no tener suficiente. 

A través de toda la historia, el pueblo de Dios ha tenido que vivir con gobiernos de faraón; pero faraón no tiene que controlar cuánto tú aumentas o te multiplicas en tu vida.  La amenaza que siente faraón, la amenaza que siente el mundo respecto de la iglesia, es que, aunque estamos dentro del sistema, tú sigues multiplicándote, a pesar de que ellos siguen teniendo miedo.  Lo que les distorsiona la mente allá afuera es cómo tú, mientras más te oprimen, más te multiplicas y creces. 

Pero hay algunos cristianos que han sucumbido a la opresión de faraón, y se mueven con los mismos miedos, y entonces son ellos los que tienen las pesadillas.  Tú tienes que ser de los José de este tiempo; a las pesadillas que tiene el mundo, tú tienes la respuesta divina que llevará a la victoria de Dios en medio de cada crisis. 

Tú no te puedes poner en la mentalidad de las pesadillas, sino en la mentalidad de los sueños.  El día que eres tú quien tiene pesadillas de la escasez, ese día estás sujeto bajo la opresión de faraón, de Egipto.  El día que todos los planes que tú estás haciendo son basados en el miedo a lo que no vas a tener, a lo que te va a faltar, es porque has entrado en el sistema de faraón en tu mente, en vez de entrar en el sistema de José y del pueblo de Dios, que siempre sueña y ve la oportunidad, una puerta de esperanza que lleva a un nuevo nivel de victoria, de bendición. 

Déjale la falta de sueño a faraón, déjasela al mundo.  Aunque tú estés en la cárcel, como estaba José, aunque estés en las peores circunstancias de tu vida, tu mente no se va a sujetar a las circunstancias que tú estás viviendo, sino que tu mente será usada para recibir revelación de Dios para salir de los lugares difíciles en que te encuentras.  Tú no tienes las pesadillas que tiene faraón; tú tienes las respuestas para aquellos que no pueden dormir, y la respuesta es que el Dios Todopoderoso tiene un plan para libertar a su pueblo en medio de toda crisis, de toda dificultad.  Tú eres parte de la solución, y no parte del problema.  Y quien quiera poner trabas en tu camino, se dará cuenta que, mientras más te oprimen, más tú te multiplicas y creces.  

Hay gente que sale de Egipto, pero se llevan consigo, en su mente, a faraón y sus pesadillas.  Lo grande de José es que él nunca permitió que el problema se metiera en su interior.  Dondequiera que lo ponían, José prosperaba, progresaba; y eso hizo que Egipto progresara.  Los José son los que calman los miedos de la gente, los que tienen la solución. 

No seas parte de la pesadilla.  Sé el José que diga que Dios tiene un plan, y pronto saldrás del lugar en que estás.  Si recibes esta palabra, nunca saldrás en opresión.

Jorge Calles

Venezuela, Estado Zulia

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