LA FIESTA DE LOS ENEMIGOS
Historias románticas,

LA FIESTA DE LOS ENEMIGOS.
En un pueblo pequeño había dos familias que se tenían rivalidad por muchos años, peleaban por la tierra, por el ganado, por la lluvia que se cruzaba los límites, por el árbol que cayo y cruzó la serca, por toda situación normal o inusual como había de esperarse había pelea.
Paso el tiempo y los pleitos no cesaban; es más aumentaron y se dieron agresiones, acusaciones ciertas y falsas llego un tiempo en que peleaban sencillamente porque eran enemigas, con solo el hecho de encontrarse con alguien de la familia enemiga había pleito.
Pasado un tiempo tuvieron que coincidir en la única escuela los nietos de ambas familias. Ahí surgió lo inesperado… los niños de ambas familia se habituaron a convivir en el mismo grado, a jugar el mismo recreo compartieron sus lancheros se ayudaron en las tareas y con el paso del tiempo como era de esperarse se enamoraron.
Cuando las familias de ambos se enteraron hubo una férrea situación contra el romance imposible de los jovencitos que nada sabía de las antiguas rancias y en nada eran culpables.
Sufrieron amenazas, castigos, perdieron fiestas, regalos, se les movió de ciudad, de ciudad y de estado. Después de un tiempo casi vencidos por el odio de sus progenitores. Nuevamente se encontraron en una universidad estatal entre California y Nevada, decidieron que terminarían la universidad y regresarían ambos a su casa.
Cuando hicieron posibles sus metas iniciales, llegaron de regreso a su pueblo y construyeron una gran casa en el límite de amabas propiedades, cada familia tenia a su pariente del lado correcto en infraestructura y dentro de sus linderos. en la fiesta de graduación e inauguración de la casa; ambos habían invitado a sus familias y como era de esperarse llegaron.
Cada familia entro por su propiedad a aquella enorme casa, de pronto las dos familias estaban mezcladas sin distinguir quienes eran los buenos o los malos. Los jóvenes graduandos se aseguraron de emborracharlos a todos, de ponerlos a bailar, los mezclaron a propósito y luego llevaron al Obispo y así entre tragos y risas ambos invitaron a quienes quisieran ser testigos voluntarios de la boda, y como era de esperarse, hubo testigos suficientes, siendo tantos los voluntarios el Obispo dijo, tendrá que ser al unísono. Y todos dijeron: ¡Si, acepto!
El día siguiente los jóvenes abrieron un enorme portón que estuvo cerrado a propósito y cuando las familias salieron de su borrachera supieron que habían cenado, habían bailado, se manosearon bailando bajito, se emborracharon con sus enemigos. Una vez pasada la travesura hubo resistencia y las familias visitaban a sus jóvenes parientes cada uno por su lado de la propiedad. Hasta que poco a poco el odio acerrimo fue vencido por el amor, el amor es luz, el amor es paz, el amor es de Dios, como era de esperarse.El matrimonio es algo de dos mundos, nos criaron distinto, con reglas que de un lado son flexibles y de otras extremas, muchos son hijos consentidos y otros ni sentido tienen.
Pero el éxito del matrimonio no es que haga la guerra de los sexos, sino de poner a bailar a los enemigos.
Gracias
Por. Carlos Trejo