Enfermedades Transmitidas por Garrapatas a Perros y Gatos

Dr. Samuel Candanedo Ch. MV., MSc., PhD.
Hospital Veterinario Happy Pet – CHIRIQUÍ
Las garrapatas son consideradas los ectoparásitas que producen los mayores efectos nocivos a los animales domésticos en América Latina, debido no solo al daño directo causado a la piel del huésped, sino que, debido a su comportamiento hematófago (chupan sangre) son capaces de transmitir diversos patógenos directamente a la circulación del huésped. Estos artrópodos son los principales vectores transmisores de enfermedades para los animales, así como lo son los mosquitos para los seres humanos, y de ahí el gran riesgo a la salud de las mascotas. Como visto en el número anterior de esta revista (Pets World Magazine N° 2, Año 1), las garrapatas son capaces de atacar diferentes animales dentro de un mismo ciclo de vida y transmitir agentes patogénicos de un animal a otro, o sea, la larva es capaz de adquirir la enfermedad y su etapa siguiente la ninfa transmitirla a otro huésped, esto es de relevante importancia cuando consideramos la probabilidad de adquirir una enfermedad y cuando elaboramos estrategias de control.
Dentro de los agentes transmitidos por esta plaga encontramos virus, protozoarios, hongos y bacterias, que se perpetúan a través de las diferentes generaciones debido a dos mecanismos principales, la transmisión transestadial que es la permanencia del patógeno en larvas, ninfas y adultos, aun a pesar del proceso de muda o de cambio de etapa y la trasmisión transovariana que es la capacidad de la hembra de transmitir los patógenos a sus huevos a través de sus órganos reproductivos. Esta última es de vital importancia ya que es la forma de proliferación de los agentes patógenos a través de su vector.
En el presente artículo revisaremos algunos de los agentes más importantes transmitidos por las garrapatas a perros y gatos, y conoceremos algunas de sus características indispensables para su reconocimiento y tratamiento.
ENFERMEDADES DE ORIGEN BACTERIANO TRANSMITIDAS A PERROS.
Dentro de las enfermedades de origen bacteriano transmitidas a los perros encontramos la Erlichiosis Canina, causada por bacterias del género Erlichia sp, bacterias estas reunidas dentro del grupo de las Rickettsias y que parasitan el ambiente intracelular de glóbulos blancos (células de defensa) y plaquetas (células de coagulación). Debido al avance de las técnicas de diagnóstico y reconocimiento, principalmente de fondo genético, algunos autores consideran algunas especies de Erlichia como pertenecientes a otros géneros como Anaplasma y Neorickettsia, en el presente artículo, para facilitar la comprensión del lector, consideraremos el carácter clínico de la enfermedad y agruparemos las especies estudiadas dentro del género Erlichia.
La Erlichiosis ocurre en muchos países de clima templado, tropical y subtropical del mundo, coincidiendo con la prevalencia y distribución de su vector, la garrapata marrón del perro, Rhipicephalus sanguineus. Fue descrita por primera vez en Argélia en 1935, en Estados Unidos el primer caso fue relatado en 1963 y en Brasil el primer reporte data de 1973, desde entonces ha sido identificada en diversas partes del mundo. Aparentemente la enfermedad se diseminó a través de demostraciones de entrenamiento de perros militares durante y después de la guerra de Vietnam.
La especie Erlichia canis es la causa más común de infección natural y también es conocida como la más severa, pero también existen otras espécies de Erlichia que pueden infectar el canino con variaciones en su patogenicidad. E. platys se multiplica únicamente en plaquetas de caninos sin afectar los glóbulos blancos, causando raramente enfermedad hemorrágica. Puede ocurrir infección simultánea con E. canis y se ha descrito transmisión a través de transfusiones sanguíneas. E. equi causa infección leve o inaparente en perros parasitando principalmente neutrófilos. E. ewingii fue descrita colonizando granulocitos de caninos causando poliartritis aguda, infección subclínica, fiebre, alteración de plaquetas y células de defensa, letargia, vómitos y diarrea, y aparentemente cuando no tratada los pacientes se recuperan espontáneamente. E. canis parasita inicialmente monocitos de perros causando enfermedad de naturaleza crónica, hemorrágica y anémica. Causa con el curso de la enfermedad disminución en los niveles sanguíneos de glóbulos blancos y plaquetas. La infección del huésped ocurre cuando la garrapata se alimenta de este y su saliva es inoculada en el local de la picada. Caninos salvajes pueden actuar como agentes reservatorios de la Erlichiosis en la naturaleza. El periodo de encubacion puede variar de una a tres semanas cuando ocurre entonces la fase aguda de la enfermedad con multiplicación de la bacteria en el hígado, baso y linfonodos. Las alteraciones hemorrágicas ocurren principalmente en el tejido pulmonar y mucosa nasal debido a transformaciones en la función plaquetaria. Durante esta etapa ocurre el aparecimiento de síntomas inespecíficos como fiebre, secreción nasal y ocular, falta de apetito, depresión, alteraciones en la ingesta de agua y micción, y pueden ocurrir alteraciones del sistema linfático, linfadenopatias. La mayoría de los pacientes con E. canis sobrevive a la etapa aguda y entra en una fase subclínica con alteraciones en las células sanguíneas sin síntomas clínicos muy marcantes. La infección está muy relacionada con el estado inmune del paciente y es este hecho el que puede llevar la enfermedad a un estado crónico. La etapa subclínica de la enfermedad puede durar de 4 a 5 años dependiendo del estado inmunológico del paciente. En la fase crónica de la afección podemos observar pérdida de peso, falta de apetito, vómitos, mucosas pálidas relativas a una anemia severa, debilidad, depresión, pudiendo aparecer pancreatitis secundária. Puede ocurrir degeneración de la medula ósea con disminución de los niveles plaquetarios y de células blancas, lo que lleva a hemorrágias de cualquier tipo, nasal, cutánea y urinaria; y a infecciones secundarias de cualquier sistema, principalmente dermatitis. El diagnóstico de la Erlichiosis canina se fundamenta en varias herramientas como la historia clínica del paciente, examen clínico principalmente de ganglios linfáticos, observación de infecciones secundarias (motivo más común en la clínica médica), exámenes de sangre generales y específicos, y la observación del patógeno en microscopia. El tratamiento será abordado más adelante.
ENFERMEDADES DE ORIGEN BACTERIANO TRANSMITIDAS A GATOS.
Erlichiosis en felinos. El primer relato de Erlichiosis felina fue realizado en Francia en 1986 y el primer caso en América fue descrito en Colorado, Estados Unidos. Los gatos presentaban anticuerpos para E. risticii siendo esta infección relacionada con enfermedades inmunosupresoras como Leucemia o Sida Felino. Los síntomas observados son pérdida de peso, falta de apetito, fiebre intermitente, dolores articulares, anemia, apatía, sensibilidad al tacto y deshidratación. El diagnostico se realiza de igual manera que para la Erlichiosis canina.
ENFERMEDADES CAUSADAS POR PROTOZOARIOS TRANSMITIDAS A PERROS.
Existen dos géneros principales de protozoarios transmitidos por garrapatas que acometen caninos, Babesia y Hepatozoon.
Babesia canis es un protozoario transmitido única y exclusivamente por garrapatas, ya que parte de su ciclo biológico tiene que desarrollarse obligatoriamente dentro del intestino de este vector. Tiene una amplia distribución geográfica siendo descrita en Europa, África, Asia, India y América. Este parasito se multiplica dentro de los eritrocitos o células rojas de la sangre causando hemólisis o destrucción de estas células, liberando hemoglobina en el ambiente extracelular. Los síntomas dependen de la patogenicidad de la Babesia, de la intensidad de la parasitosis, de la respuesta inmune y de la edad del huésped. Puede presentarse anemia intensa, hemoglobinuria (coloración roja del orine), ictericia, variaciones en la temperatura, síntomas nerviosos como incoordinación y convulsiones, falta de apetito, depresión, debilidad, linfadenopatias y pancreatitis secundaria. El diagnóstico es realizado a través de la visualización directa del parásito dentro de los eritrocitos.
Hepatozoon canis es un protozoario que coloniza el interior de monocitos y neutrófilos (células de defensa) de caninos. Parte de su ciclo biológico ocurre obligatoriamente dentro de la garrapata. El perro se infecta al ingerir la garrapata conteniendo las etapas reproductivas maduras en su interior, estas son liberadas en el intestino del huésped que penetran la pared del intestino y se transportan a través de la circulación al baso, linfonodos, hígado, medula ósea, pulmones y músculos. La enfermedad se caracteriza por fiebre, falta de apetito, pérdida de peso, anemia, secreción ocular, debilidad de los miembros posteriores, dolor, diarrea y vómito. Normalmente se encuentra asociada al aparecimiento de otros parásitos intracelulares. El diagnóstico se da a través de la visualización directa del parásito dentro de la célula.
ENFERMEDADES CAUSADAS POR PROTOZOARIOS TRANSMITIDAS A GATOS.
Existen tres géneros principales de protozoarios transmitidos por garrapatas que acometen felinos, Babesia, Cytauxzoon y Hepatozoon.
Son pocos los relatos de Babesiosis felina en América Latina en gatos domésticos. En África la enfermedad es causada por Babesia felis altamente patogénica para gatos domésticos, encontrada también en felinos silvestres. Aparentemente también está relacionada con enfermedades inmunosupresoras y realiza su ciclo en las células rojas de la sangre.
Cytauxzoon felis es el agente causal de la Cytauxzoonosis Felina, primeramente descrita en Missouri, EUA. Este protozoario acomete gatos domésticos y silvestres. Su transmisión se da por la picada de la garrapata Dermacentor sp. donde obligatoriamente pasa parte de su ciclo biológico. Este agente causa destrucción de células de defensa y eritrocitos de la sangre, llevando a una enfermedad sistémica aguda progresiva y normalmente fatal. Puede causar en raros casos una parasitemia crónica sin sintomatología clínica. Los gatos normalmente mueren pocos días después de iniciados los síntomas. Puede presentarse fiebre, anemia, ictericia y deshidratación; y en algunos casos sintomatología nerviosa y vocalización, o sea gemidos. Su diagnóstico se da por la visualización del parásito dentro de las células sanguíneas.
Hepatozoon sp. Es un protozoario que coloniza el interior de neutrófilos de gatos y ha sido raramente descrito en gatos domésticos. Parece estar relacionado con enfermedades inmunosupresoras. Ya fue encontrado en felinos silvestres.
CONSIDERACIONES FINALES.
Es importante destacar que los síntomas de las enfermedades antes descritas son diversos e inespecíficos en su fase inicial. Como es de conocimiento general en cuanto más temprana la detección de la enfermedad mejores son los resultados. El tratamiento debe ser específico para cada caso, usando antibióticos para las bacterias y protozooaricidas para los protozooarios. Por lo tanto, es indispensable la valorización de los síntomas por más insignificantes que parezcan y principalmente la visita al Médico Veterinario a cada 3 o 4 meses para la realización de exámenes de sangre de rutina con la intención de tratar de detectar la infección en su fase inicial. Fundamental también es la vacunación contra enfermedades virales en gatos (Leucemia Felina) y perros, y el diagnóstico de enfermedades inmunosupresoras como el Sida Felino, para asegurarnos que nuestra mascota desarrolla un sistema inmune lo más fuerte posible. En el caso específico de la Erlichiosis Canina, es de rutina en la Clinica Médica que el propietario identifique el problema cuando hay una infección secundaria aparente como Dermatitis, Diarreas, Bronquitis, etc, siendo la infección secundaria la queja principal, pero aun en casos de Dermatitis es fundamental la realización del hemograma completo para evaluación de los niveles de células sanguíneas y asegurarnos así de verificar el estado de salud del animal. Se debe sospechar de infecciones aparentemente simples que no reaccionan al tratamiento ya que como visto anteriormente Erlichia causa la destrucción de células de defensa del paciente. Finalmente, el éxito del tratamiento de estas enfermedades no depende únicamente del control del agente causal, sino también del vector que la transmite, en este caso la garrapata, y es aquí donde normalmente el propietario se descuida y enfrenta dificultades. Hay que tener muy presente que la garrapata o el ectoparasitisismo es una enfermedad que tiene que ser tratada y que conlleva a otras enfermedades más serias como visto en el presente artículo. Es común en nuestra práctica clínica al preguntar al propietario si el paciente ha tenido garrapatas obtener la siguiente respuesta: “lo normal – unas cuantas todos los días”, cuando en realidad es necesaria solo una para inocular el agente etiológico. Tiene que haber una transformación cultural donde se mejore radicalmente el concepto de salud animal en América Latina para poder aspirar a tener mascotas más sanas y felices.