Histeroscopia
Es fundamental seguir todas las indicaciones del equipo médico para garantizar un tratamiento sin complicaciones.

En la actualidad la histeroscopia diagnóstica es una exploración rutinaria dentro de la ginecología. Se realiza en consulta de forma ambulatoria, sin necesidad de anestesia ni preparación adicional alguna y su duración media es de 2 a 3 minutos.
La histeroscopia diagnóstica consiste en la exploración directa del interior del útero de forma que se obtiene una información que no siempre puede ser proporcionada de forma fiable por otras exploraciones externas como el examen físico, la ecografía o la radiología.
La utilización de esta técnica con fines diagnósticos por equipos con experiencia en el manejo de las mismas, asegura el máximo rendimiento y fiabilidad en la interpretación de las imágenes, minimizando, a su vez, el riesgo de complicaciones.
Procedimiento:
- Preparación
La paciente puede recibir anestesia local o general, dependiendo del tipo de histeroscopia y de la tolerancia individual.
Inserción del Histeroscopio
El histeroscopio se introduce a través de la vagina y el cuello uterino hasta llegar a la cavidad uterina.
- Visualización y Evaluación
Se visualiza la cavidad uterina en un monitor, permitiendo al médico examinar las estructuras internas.
- Procedimientos Adicionales (si es necesario)
En el caso de una histeroscopia operativa, se pueden realizar procedimientos adicionales, como la extirpación de pólipos o fibromas.
- Recuperación
La recuperación es generalmente rápida, y la paciente puede ser dada de alta el mismo día o al día siguiente.
La histeroscopia es una herramienta valiosa para diagnosticar y tratar diversas condiciones uterinas de manera mínimamente invasiva, permitiendo a las mujeres abordar problemas ginecológicos con un menor impacto en su calidad de vida.